Un joven de 20 años que posee numerosos antecedentes penales protagonizó el viernes un hecho digno de una producción cinematográfica. Al final cayó detenido tras un operativo desarrollado en distintos sectores de la ciudad.
EL COMIENZO
La jornada del viernes se presentaba tranquila en Esperanza hasta que un remisero fue sorprendido por un malviviente que le puso un cuchillo en el cuello y le arrebató el celular. El ladrón escapó raudamente en bicicleta y a las pocas cuadras -en la esquina de Güemes y Saavedra- colisionó con un Renault Megane (foto).
Este hecho no fue impedimento para que se levante y siga la alocada carrera hacia su vivienda de calle Maipú. Pero a esa altura ya era buscado por todos los móviles y hombres que integran las distintas unidades operativas de la policía local.
EN TODOS LADOS
Los procedimientos se sucedieron en cada rincón de la ciudad, ya que los uniformados contaban con la descripción física de este sujeto y la ropa que vestía al momento de cometer el ilícito. La búsqueda dio sus frutos después de algunos minutos, cuando un móvil logró interceptarlo y solicitó apoyo a las demás unidades. El delincuente ya no portaba el cuchillo -lo había arrojado antes de ser detenido-, pero no quiso entregarse: a fuerza de golpes de puño intentó frenar a los efectivos. Fue dominado, esposado y llevado a la sede de la Unidad Regional XI. Mientras tanto, otros policías le tomaban los datos a los propietarios del Megane -quienes no salían de su asombro- y un tercer grupo trasladaba al remisero para que preste declaración.
UN "VIEJO" CONOCIDO
A pesar de tener apenas 20 años, el autor de este robo calificado cuenta con innumerables antecedentes. En la Jefatura Departamental lo conocen muy bien, es más, cada vez que hay algún ilícito en una propiedad o contra las personas lo ubican entre los sospechosos. El sábado el magistrado debía decidir la suerte de este malviviente.
Publicado en Edición Uno Domingo, 24-04-11
