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Nacionales

Una familia de inmigrantes de Italia festejó siglo en el país

Bautista Pilatti llegó a Esperanza desde Italia, como muchos otros hombres y mujeres que convirtieron a la Pampa Húmeda en un verdadero crisol de razas. Cargaba ilusiones y sueños. Acompañado por su mujer Ana Ansaldi y tres de sus hijos, se radicó para siempre en esta población cercana a Santa Fe. Ayer, como ya es una tradición, sus familiares celebraron el aniversario de su llegada. Pero esta vez el festejo tuvo un condimento extra: se cumplió un siglo de aquel arribo.

 

“Esta fiesta la celebramos todos los años siempre en Esperanza,desde hace 81 años. Pero ésta es muy especial, los cien años son irrepetibles”, le dijo a Clarín Rafael Pilatti, uno de los motores para llevar a buen puerto la celebración y quien dio a conocer la tradición familiar en una carta de Lectores que publicó ayer este diario. Originalmente, la familia se reunía los 1° de enero, pero desde 1999 pasaron la fecha al domingo más cercano al 8 de diciembre, para conmemorar el día de 1913 en que llegaron sus ancestros. Ayer fueron 400 familiares los que compartieron el almuerzo en el salón del Club del Encuentro. Antes inauguraron un monolito en la plaza “Las Carretas”.

 

Bautista Pilatti partió con su familia de Verceia, de la región de la Lombardía, Italia, para participar de una boda familiar. Pero la Primera Guerra Mundial redefinió su destino: se instaló en el país y tuvo seis de sus nueve hijos en Esperanza.

 

Primero vivieron en una casa retirada unos 5 kilómetros al norte de la zona urbana. Trabajaron muy duro y compraron 10 hectáreas, cerca del pueblo. En ese lugar, construyeron su vivienda, que hoy todavía existe, pero ocupada por otro dueño.

 

El primer trabajo que consiguió Bautista Pilatti, junto con tres cuñados, fue juntar maíz a mano. Al poco tiempo volvió al trabajo que realizaba en Italia y Suiza, donde fue “muratore” , albañil en castellano, construyendo paredes con sillares de piedra natural elaborados a mano. En Esperanza conoció y aprendió a trabajar el ladrillo tradicional de barro cocido. Pocos meses después, ya como cuentapropista, se convirtió en oficial obrero de la construcción. Y participó en la construcción de varias Iglesias, inclusive la Parroquia Sagrado Corazón, donde ayer sus descendientes oficiaron la misa por los “100 años de la llegada al país”.

 

En el festejo, los testimonios brotaban de la mayoría de los Pilatti, orgullosos de sus antepasados. “Hace cinco años que empezamos a armar la fiesta de los 100 y llegamos. Aprendimos a ser unidos y cohesionado a la familia, este es el concepto principal, aquí estamos todos”, dijo Orlando Pilatti (75), que es ingenieron agrónomo y trabajó 45 años en el Inta en Reconquista.

 

El mayor de la fiesta fue Elvio Pilatti (79), que vive en Cipolletti desde hace 45 años. Orgulloso y contento por el festejo, fue uno de los que apeló al recuerdo de aquellos que abrieron el camino de la familia en el país. “Me acuerdo cuando de pibe jugábamos a las cartas con los abuelos”, contó emocionado. Otro fue Daniel Pilatti (49), que hoy vive en Esperanza tras estar un largo tiempo en Italia. “Aquí nos juntamos todos. La unión permite compartir con los más chicos la identidad de la familia y el receurdo de los abuelos”, dijo.

 

 

 

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Diario Clarin

 

 

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