En diálogo con la CSC Radio, Arguinchona recordó que “hace varios meses dije en un medio de comunicación que, si se seguía con esta política, esto iba a estar cada vez más trágico; estamos viviendo momentos muy pero muy críticos, que la gente no tenga para comer es realmente terrible. Cuando uno piensa que el 70% de los niños y niñas de Argentina están en una pobreza muy grande, y algunos incluso en la indigencia, no se puede creer que no haya una salida”.
“Si un Estado no es capaz de asegurar la comida diaria, obviamente que estamos pesimamente mal. Sabemos que hay cuestiones que vienen de tiempo atrás, que la pobreza no nació en este año, que había muchas cosas que sanar, que había que erradicar porque no eran buenas, pero no se puede dejar de decir: que haya cientos de miles de personas que no tienen para comer, es tétrico”, analizó.
Graficó en tal sentido sobre “la cantidad de madres que están anémicas porque no comen lo necesario, y eso repercute en el desarrollo dentro de la madre y después, cuando los chicos nacen, no tienen para comer. Eso es realmente terrible porque es una hipoteca para el futuro. Es terrible”.
Asimismo, el sacerdote planteó que “otra cosa muy grave es la falta de trabajo, cada vez hay menos lugares de trabajo” y afirmó que “no podemos acostumbrarnos a este paisaje tétrico, negro, horrible de la pobreza y la indigencia. Es gravísimo lo que estamos viviendo y hay que probar con otra cosa, otra política económica, tienen que hacer algo, porque el hambre es increíble. Y si lo único que se les ocurre es que los números cierren, deben saber que los números no son más importantes que las personas, y realmente un proyecto económico, y el desarrollo de la economía en un país, es realmente exitoso cuando la gente puede comer, cuanto la gente tiene educación, trabajo y salud. Si no, un programa económico es nefasto”.
No podemos acostumbrarnos a este paisaje tétrico, negro, horrible de la pobreza y la indigenciaPadre Axel Arguinchona
Para concluir, lamentó que “en nuestra dirigencia política no vemos un mea culpa, siempre parece que son los otros los responsables y que están haciendo lo máximo para que esto cambie, pero siempre los culpables son otros. Qué bueno sería que la dirigencia política pida perdón por todo esto, porque evidentemente no puede permanecer ajena a lo que está viviendo la gente, y la responsabilidad es de la conducción de cualquier partido político. Son responsables, y hasta tanto no nos pongamos a ver los problemas en serio de la gente y que lo hagamos de verdad”.
“La política es una forma eminente de caridad porque tiene la posibilidad de hacer grandes cosas por los demás, pero cuando no es caridad, sino que es búsqueda de intereses personales, se convierte en algo terrible”, concluyó.