Una fiesta de su director provocó un unánime rechazo de los esperancinos. La celebración se realizó mientras unos 40 mil vecinos estaban sin energía eléctrica desde hacía ocho horas.
La casa iluminada al ritmo de la música en vivo y el centenar de vehículos que rodeaban el lugar contrastaban con una ciudad a oscuras, con poca presión de agua en algunos barrios y con miles de vecinos afectados psicológica y físicamente por la ola de calor.
El padecimiento de los esperancinos había comenzado a las 14:20 del viernes, cuando un corte de cables a la salida del transformador que alimenta a la ciudad provocó un desperfecto que demandó 10 horas de trabajo para reponer el servicio.
La Empresa Provincial de la Energía viene padeciendo serios problemas en nuestra ciudad desde febrero pasado, cuando un incendio destruyó por completo la Estación Distribuidora Esperanza.
Desde esos días una instalación provisoria dividió en ocho sectores la distribución y cada pequeño desperfecto afecta a miles de usuarios. Lo provisorio sigue vigente once meses después, mientras los directivos de la EPE aseguran que la nueva planta transformadora estará lista en ocho meses.
La bronca de la gente por el aumento de las tarifas y las dificultades continuas, tuvieron este fin de semana un verdadero torbellino de mensajes en redes sociales denunciando la indiferencia para con sus vecinos de uno de los cinco funcionarios más importantes de la empresa santafesina de energía.
Mauricio Weibel es actualmente vocal titular en el directorio de la EPE y tuvo su fiesta de cumpleaños mientras el resto de la ciudad estaba a oscuras.
Las imágenes en redes sociales las compartían los mismos invitados y la comunidad tomó dimensión del gesto político cuando recuperó carga en sus teléfonos celulares. La bronca no demoró en llegar y el sábado las expresiones de repudio se multiplicaron por miles en todas las plataformas.
Fue tarde para pedir que eliminen las publicaciones. Fue imposible tapar el sol con la mano. De nada sirvió el silencio mediático local, la novedad corrió más rápido que la luz.
Toda persona tiene derecho a festejar su cumpleaños y poner en marcha un grupo electrógeno, pero hace mucho ruido social ver que quien lidera la empresa de servicios, esté de fiesta con una ciudad a oscuras. Un bochorno.
Sorprende aún más que su padrino político, el actual vicegobernador, no haya advertido las consecuencias o el pensar de sus vecinos. La Secretaria de Energía de la Provincia, esperancina también y ajena a ese sector político, no quiso formular declaraciones hoy a medios locales para evitar cualquier consulta incómoda.
Los empleados esperancinos de la empresa reciben los insultos y en su defensa explican que ellos son sólo operarios que cumplen órdenes. Hasta el momento nadie pidió disculpas por semejante provocación a un pueblo pacífico.
Fue una fiesta privada de un funcionario político en el medio de una ciudad a oscuras y en silencio. Fue la causa de un cortocircuito social que no se olvidará fácilmente.
j.z.
Explicaciones de la EPE por el corte de energía de 10 horas que vivió Esperanza
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