El histórico fenómeno cambió la modalidad de transporte fluvial: se pasó de los buques a las barcazas. Esto permitió, hasta el momento, no sólo sortear esa dificultad, sino que además, aumentar capacidad de las cargas. Adelanto sobre la terminal de contenedores.
(El Santafesino) - La histórica bajante del río Paraná y el impacto en sus afluentes, no es óbice para que el Puerto de Santa Fe continúe operando. Las autoridades del Ente Portuario santafesino, aseguraron que la operatoria “está garantizada” al menos por el momento, pero con una adaptación a las circunstancias.
“Todos los embarques que tuvimos en el año 2020 se realizaron a través de buques de un porte adecuado a nuestro puerto, pero buques al fin. Esto ha sido cambiado este año por barcazas, de esa manera tratamos que la operatoria no se vea interrumpida” explicó Carlos Arese, presidente del directorio.
Arese admitió sin embargo, que implica una serie de cuidados y medidas que deben tomarse. “Debemos hacer dragados permanentes con nuestros equipos de dragado. La operatoria no está impedida, pero estamos cambiando la modalidad” insistió, en una semana donde se registró un embarque de 6000 toneladas de soja a través de barcazas.
En tal sentido, las barcazas tienen un sistema de carga distinto al de los buques. “Nosotros durante el 2020 hicimos cargas a través de buques de un porte mediano que cargan 2500 o 2600 toneladas por recalada. Ahora cada barcaza carga aproximadamente 1500 toneladas. Estamos trabajando con un convoy. Habíamos empezado con una barcaza, después fueron dos, después tres y ahora nos estabilizamos con cuatro barcazas. Esto permite que cada recalada estemos en 6000 toneladas por embarque” reveló.
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