Una comisión de la Policía santafesina siguió los pasos de un experimentado malviviente que en territorio provincial logró consumar exitosamente no menos de seis secuestros extorsivos y finalmente dio con su paradero y ayer lo detuvo en Cosquín, provincia de Córdoba.
La investigación se inició el martes luego de que un vecino de Santa Clara de Saguier denunciara que, víctima de una maniobra virtual, fue obligado a poner 10 mil pesos en efectivo en manos del extorsionador que le dio cita en la plaza principal de Sa Pereira.
Las fuentes policiales que dieron noticia del procedimiento explicaron que Jorge C. recibió una llamada telefónica de un desconocido que preguntó si acaso él era el padre de un menor -por su nombre y apellido- que terminaba de sufrir un accidente.
Luego, tomado por sorpresa y confundido, Jorge C. contestó que efectivamente así se llamaba su hijo y entonces la misma persona le hizo creer que la realidad era otra porque el chico estaba en su poder y si quería verlo con vida debía reunir 10 mil pesos rápidamente.
En esas circunstancias, el angustiado padre cumplió con las exigencias del presunto secuestrador, la primera, que en ningún momento cortara la comunicación, que no diera aviso a la policía, y la tercera que se dirigiera por Ruta 19 con dirección a San Francisco de Córdoba.
Jorge cumplió puntualmente con todo lo ordenado, pero cuando circulaba por la autovía su anónimo extorsionador le indicó que debía dirigirse a Sa Pereira para entregar la suma convenida en la plaza principal del pueblo.
Eso ocurrió tal cual lo planeado, el “secuestrador” se llevó la bolsa y Jorge quedó en libertad de acción con la promesa de encontrar a su hijo sano y salvo, porque ya había sido liberado. Luego, pocos minutos más tarde Jorge C. comprendió que había sido engañado, ya que aquel hombre, ni otro extraño, había estado en contacto con su hijo.
Fue a partir de la denuncia de Jorge C. que los agentes de investigaciones de la Unidad Regional XI, Jefatura Esperanza, se dirigieron a Sa Pereira en busca de posibles testigos del encuentro en el paseo público y también de registros de video que mostraran imágenes de interés en la pesquisa.
De tal modo, los policías se pusieron en contacto con sus pares de Franck y San Jerónimo Norte, porque lo ocurrido guardaba gran similitud con delitos -cinco en total- consumados en esas jurisdicciones. Entonces las versiones y las imágenes fueron puestas en conocimiento de la Justicia santafesina.
Desde que todos los indicios llevaban a pensar que el autor de la maniobra había cruzado el límite para internarse en Córdoba, el juez tomó contacto con las autoridades de la vecina provincia y éstas allanaron el camino a los investigadores.
Finalmente ayer por la noche el conductor de un automóvil Toyota Corola blanco, tal como el que fue visto en la plaza de Sa Pereira, pudo ser localizado y detenido en un lugar insospechable, un establecimiento geriátrico en el pueblo de Cosquín.
Este mediodía, la comisión policial viajaba de regreso a Santa Fe -más precisamente a la Jefatura de Esperanza-, con el principal sospechoso, Juan Ontiveros, un individuo de unos 30 años de edad, que ya fue puesto a disposición de la Justicia.
fuente El Litoral
