Cuatro son policías. Los allanamientos se realizaron en Rosario este viernes y según la investigación de la Justicia Federal el cabecilla es un preso de la cárcel de Coronda.
Durante la mañana de este viernes, efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llevaron a cabo una serie de allanamientos en distintos domicilios de Zona Cero y Nuevo Alberdi de Rosario. Fueron en el marco de una investigación de la Fiscalía Federal Nº 2 sobre una organización que, con un líder en la cárcel de Coronda, se dedicaba al narcomenudeo con dos menores que eran obligadas a vender estupefacientes y eran sometidas sexualmente. Hubo 24 detenidos, entre ellos 4 policías.
La investigación del fiscal Claudio Kishimoto y el auxiliar fiscal Franco Benetti comenzó en abril pasado a raíz de la denuncia de una menor, de 16 años, que ante policías de la ciudad de Coronda contó que unas personas le habían robado el celular y que tenían a una amiga suya, de 17 años, retenida en una camioneta. Al ser identificado el vehículo se constató que la otra menor estaba allí, junto a tres mujeres que fueron detenidas.
Una vez en la dependencia policial de esa localidad, las menores formalizaron la denuncia que decantó en la pesquisa a una organización liderada por un joven de 26 años identificado como Lautaro Walter G., y apodado también Isma o Nano. Bajo sus directivas, contaron las víctimas, otras personas las habían captado cuando ellas buscaban trabajo. Habían realizado una publicación en grupos de Facebook solicitando un empleo y fueron contactadas por esa red por una persona que les dijo que estaba interesada pero que tenían que viajar hasta Rosario.
En ese marco fue que llegaron a Rosario, donde en la terminal de colectivos la esperó una de las mujeres investigadas y fueron en remis a una vivienda de Beatriz Vallejos al 3300. Allí un joven las puso en contacto vía videollamada con "el patrón", que bajo amenaza de muerte les dijo que iban a trabajar para él.
Así es que fueron obligadas a vender drogas al menudeo. Además se investiga si las menores fueron abusadas sexualmente por integrantes de la banda y por policías. También contaron que las obligaban a consumir estupefacientes. En un amplio desarrollo de la pesquisa quedó demostrada la presunta composición de la organización.
Andrea Elisabet A. está sindicada como quien manejaba el dinero y las armas de la banda. Otra mujer, Gladis Noemí P., madre del recluso señalado como líder, sería quien estaba a cargo del domicilio de Zona Cero donde ocurrían los hechos, y de la venta y envío de droga.
También fue identificada Irina Micaela M., pareja de Lautaro G., sindicada como otra de las personas que "manejaba el lugar". Acerca de la connivencia policial con la organización la investigación puso el foco en la subcomisaría 2ª, de Gazcón al 2900. Por debajo de esta estructura superior la banda contaba con al menos 20 personas más.
En ese marco también se ventiló la modalidad que llevaba a cabo la organización para la venta de drogas al menudeo. Quienes hacían el envío de la droga la llevaban en una bolsa transparente con unos 20 envoltorios de un gramo de cocaína cada uno. Cuando el cargamento se terminaba los proveedores volvían y dejaban otro "bidón", como le llamaban al paquete.
En los allanamientos en distintas viviendas de Zona Cero y Nuevo Alberdi fueron detenidas 24 personas, entre las que se encuentran 4 funcionarios policiales.
"La participación policial es palmaria", indicó el fiscal
Un escrito de la Fiscalía Federal 2 rosarina, cuya investigación acerca de la narcobanda liderada por un preso permitió este viernes la detención de 19 miembros de la organización, dedicó un apartado a la “pata policial” de la trama.
Como resultado de 26 allanamientos realizados este viernes en Rosario, fueron arrestados cuatro miembros de la fuerza de seguridad provincial.
“La participación de la policía provincial en los hechos investigados es palmaria”, señaló el escrito, en el que se agregó que “están los que son parte de la banda y pasan a cobrar semanalmente -cometiendo todo tipo de hechos aberrantes con los vendedores y vendedoras- y los que les roban dinero y mercadería”.
“Todos los dejan traficar con un único fin: colectar dinero para el bolsillo propio”, añadió. Según la investigación, una adolescente que fue captada mediante engaño en la localidad santafesina de Coronda y forzada a vender drogas y prostituirse, declaró que “la policía corrupta pasaba los domingos y se llevaba 50.000 pesos”.
También que hubo ingreso de la policía al domicilio y se llevó dinero y drogas. La testigo y víctima de trata identificó a personal de la subcomisaría 2ª de Rosario, ubicada 600 metros del principal “bunker” de la organización criminal.
Además, según la causa, el seguimiento de los GPS de un patrullero y una camioneta policial, los ubicó un domingo en la cuadra de ese búnker, sin que se registraran incidencias en la central 911 que los remitiera a ese lugar. Mientras que las escuchas del expediente también dieron cuenta de la participación policial en la trama narcocriminal.
Fuente Rosario 3 - La Capital - AIC
