Como anticipó este medio, la fecha elegida por padre e hijo camioneros, el Fresimona, la Multisectorial 21F, los sindicatos industriales y las dos CTA fue el martes 30 de abril, víspera del Día del Trabajador. Para el feriado se prevé -por ahora- un paro total de los 20 gremios del transporte enrolados en la CATT contra el pago de Ganancias y en defensa de los regímenes especiales. Se dice “por ahora” porque una opción sería mover la huelga de Juan Carlos Schmid al día hábil elegido por los Moyano. En la CATT lo niegan. En el moyanismo esperan señales.
Lo cierto es que ahora las miradas recaerán sobre los integrantes del Consejo Directivo de la CGT, un cuerpo vaciado por los gremialistas opositores al gobierno de Cambiemos. Ya no participan de las reuniones en Azopardo camioneros, mecánicos, bancarios, aeronavegantes, metalúrgicos, guincheros, marítimos, señaleros, gráficos, judiciales, peajes, trabajadores viales, entre otros.
Desde el regreso de la democracia en 1983 al 2018 se efectuaron 41 paros nacionales, de los cuales 25 se concentraron en tres presidentes no peronistas. Hasta hoy Macri padeció uno cada 304 días, una marca envidiable en comparación a Fernando de la Rúa: uno cada 92. Si la CGT se suma a la nueva protesta general, el actual mandatario empatará en el ranking a Cristina de Kirchner, aunque con una diferencia: la exjefa de estado sufrió cinco parates en ocho años, el doble de tiempo que el líder del PRO.
La central obrera es cogobernada por Héctor Daer y Carlos Acuña, aunque por el horizonte asoman Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri y Gerardo Martínez. José Luis Lingeri se ocupa de destrabar los fondos para las obras sociales sindicales. Entre los seis hacen malabares para equilibrar los deseos propios, las ambiciones de las “bases” de sus gremios y las apetencias de los Moyano, que una vez más les marcaron la cancha.
La sorpresiva ausencia de Daer a la comisión parlamentaria que debía analizar la ley de blanqueo laboral fue celebrada en el Fresimona. El faltazo desencajó al ministro Dante Sica, histórico articulador de la UOM, y cargó de esperanzas a los impulsores de la quinta huelga. La presencia del exdiputado en el Congreso hubiese detonado al movimiento obrero organizado. La ausencia provocó una ruptura definitiva con el oficialismo, en la previa a la campaña electoral. En la Casa Rosada no perdonarán el "plantazo" la misma semana en que destrabaron los miles de millones adeudados.


