En diálogo con la CSC Radio, Parra comentó que “el viernes tuvimos la oportunidad de compartir un nuevo año de colación, el cierre de una etapa para muchos estudiantes que ahora son profesionales, estamos hablando de 116 nuevos médicos veterinarios, 36 técnicos en Seguridad e Higiene, en Alimentación de Ganado Vacuno y en Producción Primaria de Leche”.
Agregó que “en la oportunidad también recibieron sus diplomas ocho posgraduados, entre profesionales de maestrías y doctorados que culminaron su formación en nuestra facultad”.
Consultado por el número de ingresantes, el decano puntualizó que “para este año hubo una preinscripción en diciembre que rondaba os 430 aspirantes y el inicio que se produjo en febrero terminó con alrededor de 280 nuevos ingresantes”. Y explicó que “en ese periodo hay muchos estudiantes que no culminaron sus estudios secundarios, que quedaron con algunas asignaturas en el camino o quienes decidieron realizar alguna otra actividad o carrera”.
Respecto de la jornada de protesta contra los recortes presupuestarios que se vivió este martes en todo el país, Parra señaló que “la Universidad Nacional del Litoral también en esta situación coyuntural que viven todas las universidades nacionales en lo presupuestario se plegó con un abrazo simbólico en la explanada del Rectorado en la ciudad de Santa Fe y con un cierre de cantar el himno entre todos los presentes”.
Analizó que en la cuestión del presupuesto universitario “hay dos cuestiones muy importantes a tener en cuenta: por un lado, que las universidades necesitan conocer cuál va a ser el presupuesto que van a tener; y por otro lado, que ese presupuesto sea el adecuado para poder dar respuesta a las necesidades básicas. En esta situación que hoy estamos viviendo no tenemos certeza de ninguno de esos dos puntos. Al no tener un presupuesto anual, porque el de 2024 no se aprobó, se recondujo el presupuesto del año pasado y las universidades recibimos en marzo lo mismo que en marzo de 2023, lo cual considerando el alto índice de inflación de este año queda muy desfasado para cumplir con el funcionamiento de las universidades”.
“Además todos estamos convencidos como argentinos de que tenemos que tratar de reducir los gastos, más siendo una institución pública, pero también necesitamos un presupuesto mínimo para poder dar respuesta a las necesidades básicas de las universidades. La incertidumbre de no saber con qué recurso o qué presupuesto vamos a contar nos imposibilita planificar y priorizar nuestras acciones”, concluyó.
