"Con el jurado y la exigencia de esta sede, si gano en Esperanza soy finalista en Cosquín" dijo una vez un bailarín que llegaba a competir desde la provincia de Buenos Aires a Esperanza. Sus dichos explicaban su esfuerzo y sacrificio pero también ponían en valor lo que significaba en el mapa de subsedes lo realizado por Esperanza.
Este año el festival "Una Esperanza a Cosquín" celebrará sus 30 ediciones pero pasará totalmente inadvertido. Fue presentado para ser realizado durante dos noches el 8 y 9 de noviembre; pero la indiferencia que genera su nivel cultural y su desinterés político determinaron que el festival se realice desde la hora de la siesta del domingo 9 con algo más de 60 participantes.
Una pena que la indiferencia cultural de una gestión termine castigando a la ciudad y perdiendo todo el valor agregado que esa realización tenía.
Es cierto que fueron aumentadas las cantidades de subsedes en la región y en el país, pero no menos cierto es que el crecimiento de otras en la zona, se dio porque históricas sedes como Esperanza se debilitaron.
Desde la composición del jurado a los números invitados, pasando por el acompañamiento a los artistas o la difusión, la gestión de Ana Meiners se decidió destrozar la subsede Esperanza del Festival Pre Cosquín y como es evidente este año, lo está logrando.
Será en la Sociedad de Canto en una siesta calurosa cuando las cuerdas de las guitarras no suenan como deben, cuando las luces no pueden resaltar a los artistas y cuando la gente duerme la siesta y cada presentación ya no tenga aplausos. Así será la "fiesta" que el kirchnerismo local le preparó a nuestros artistas para celebrar 30 años de apoyo e impulso. Lastimoso y decadente.
¿Ejemplos del desinterés? Son muchos, pero bien podría observarse la web oficial donde sólo se publica el reglamento del festival con errores o donde ni siquiera se sabe si habrá algún grupo musical invitado, si la entrada es libre o el lugar de realización del evento.
¿Qué piensa un artista que debe mostrar su música o su danza un domingo a las 14:45 en un desierto salón? No vuelve nunca más a la ciudad y seguramente hablará muy mal de la sede y su organización. Debe quedar claro que el mamarracho organizado por la gestión Meiners no es el mejor ejemplo de apoyo a los artistas locales, existen otras maneras.
Otro ejemplo de una ciudad líder que prometió la intendenta en su campaña electoral y que al cumplir su séptimo año de mandato sigue mostrando secretarías que son compartimientos estancos, muchos amigos y familiares ingresados como empleados y un liderazgo que entiende es a los gritos, esos que dividen y señalan en lugar de reunir, encontrar y potenciar.
Gracias por tanto esmero, objetivo cumplido.
j.z.