Tiene apenas 16 años y hace tres meses que espera que la Obra Social de la provincia de Santa Fe le autorice una intervención con radiofrecuencia. Mientras la decisión administrativa se demora, cada noche sufre dolores que transforman su esperanza en pesadilla.
Es joven, deportista, vive en nuestra ciudad y tiene como todos gran esperanza de vida, pero el estado provincial parece no estar dispuesto a solucionarle sus problemas.
Tiene un tumor en la cabeza del fémur y los médicos especialistas le explicaron que es mejor quitárselo con una intervención quirúrgica con radiofrecuencia porque la otra alternativa es "limar el hueso" y dejar una herida de por vida en la zona de la cadera.
El alerta surgió en diciembre pasado y desde esa fecha sus padres vienen sometiéndolo a interconsultas y estudios. Al mismo tiempo cada noche vuelven los dolores que le impiden descansar. Los calmantes son cada vez más fuertes para lograr el sueño.
El Instituto Autárquico Provincial de Obra Social de Santa Fe recibe especiales pedidos de autorización del tratamiento aunque la respuesta burocrática es que "esa intervención no está incorporada al nomenclador" y se cierra la puerta.
La pandemia y el cierre de oficinas prolongan las gestiones para lograr que la intervención sea reconocida por la obra social de la provincia. La misma que en las últimas horas informó con bombos y platillos que le reconocería un implante mamario a una travesti que lo reclamó en la justicia.
La intervención que gestionan los padres de este joven de Esperanza tiene un valor menor a un implante mamario pero parece que no logran una respuesta favorable con sólo aplicar sentido común.
¿Comenzará una nueva campaña solidaria ante la decisión de la obra social de desentenderse de un afiliado o llegará finalmente la respuesta deseada? Mientras tanto Valentín espera; espera y soporta cada noche sus dolores con la esperanza de lograr esa intervención que le devuelva no sólo el descanso, sino también sus mejores sueños.
