Si bien nació en Esperanza, reside en Santa Fe donde todos los días se sumerge al interior de su taller de arte para disfrutar de nuevas creaciones y producciones. Profesora en Artes Visuales por momentos tuvo al arte como un anexo y se dedicó a otras actividades vinculadas a su profesión aunque se pasión siempre fue el arte. Entre sus muestras individuales se encuentran Alicia Delia entre el cielo y el mar, Ana Frank, Decir a Dios y Como dice el dicho.
Clases en el Liceo para no estar tanto tiempo sola en casa, dibujos que se fueron perfeccionando en el tiempo y el aliento de la familia para que siga Bellas Artes fueron motivos suficientes para que Jimena Venturini se transforme en una joven apasionada por el arte, por sus creaciones, por su propio arte...
Aquellas primeras pinceladas
[{adj:262511 alignleft}]Muchas veces hay pasiones que abrazamos de niños o quizás ya un poco más grandes cuando de golpe sin darnos cuenta comenzamos a descubrirlas, porque estuvieron con nosotros todo ese pedazo de vida: "No hay un momento donde supe que quería ser artista, es más siempre dije que quería ser médica veterinaria, es más dibujando era un espanto en la escuela primaria quizás con los años y a medida que fui creciendo comencé a descubrir ciertas cosas vinculadas al arte que casi de sorpresa me fueron sorprendiendo.
Hice la escuela secundaria en la Normal y ahí en la cabeza dio vueltas eso relacionado al arte. Era una convencida que iba a ser veterinaria pero de a poco comencé a acercarme a cuestiones relacionadas a la cultura que me fueron atrapando y mi hermano Santiago fue una fuente de inspiración y el empuje necesario para ingresar a un camino maravilloso. No sabía escribir como él pero a través suyo me acerqué más a la música y eso me llevo por curiosidad a leer sobre arte y llegó un momento donde me la pasaba leyendo sobre artistas plásticos de diversas épocas que marcaron un rumbo y me apasionaba sus bibliografías y cuando me di cuenta estaba inmersa en un mundo del cuál ya no quería volver y tenía ganas de seguir descubriendo.
Hacía poco que había fallecido mi mamá y mi hermana mayor era para mi hermano yo que éramos los más chicos, una especie de mamá y nos decía que debíamos hacer algo porque no podíamos quedarnos solos todo el día en casa. Deportes no iba a hacer porque no me gustaba y así marché al Liceo Municipal a talleres de arte plástica y fue el principio de muchas cosas que sucedieron después porque en ese espacio donde aprendía, también creaba, dibujaba y el plus era los domingos esperar la Revista Viva para disfrutar de las ilustraciones de Daniel Roldán, un gran inspirador para mí y esa mezcla de sensaciones fueron generando mis primeros trabajos que feliz exponía en las inolvidables tardes de Excentra donde participaba con mis piezas", sostiene la joven artista.
[{adj:262507 aligncenter}]Rincón de creación en su taller ubicado en la ciudad de Santa Fe.
Solo se trata de vivir
El paso del tiempo fue un aliado importante para superar miedos y cambiar preguntas que muchas veces no tenían respuestas por la simpleza de sentirse afortunada de la vida porque hace lo que realmente le gusta: "Siempre en mi cabeza dio vueltas la posibilidad concreta de ser veterinaria y al arte como un anexo de mi vida. Incluso cuando terminé Quinto Año y se venían las preguntas sobre qué iba a estudiar yo respondía que comenzaba veterinaria y tanto mi hermana mayor como el resto de mi familia comenzaron a decirme que estaba loca si todo el tiempo estaba dibujando y creando figuras que debía estudiar Bellas Artes.
Hoy en día es común escuchar a un chico decir que quiere seguir estudiando arte, teatro o cuestiones relacionadas a la cultura en general pero en mis tiempos que no son muy lejanos si decías que ibas a seguir Bellas Artes atrás de venía la pregunta: "¿Y de qué vas a vivir? En ese sentido tanto mis hermanos mayores como cuñados y todo el entorno familiar tanto a mí con Bellas Artes y a mi hermano Santiago con Literatura nos alentaron a seguir esas carreras porque era lo que realmente nos gustaba y apasionaba y así comencé mis estudios en la Escuela Provincial de Artes Visuales "Prof. Juan Mantovani".
En mi caso particular quizás la que siempre se preguntaba qué iba a hacer o de qué iba a vivir era yo y esa pregunta y ese miedo era constante en mí y así muchas veces prioricé otros tipos de trabajos vinculados a la rama del arte pero no enfocada en lo que era mi pasión que era la creación y producción de obras para exponer y vender. Literalmente quería vivir del arte, no me veía repartiendo mis horas del día en distintas escuelas dando clases de Bellas Artes. Alguna vez intenté abandonar la carrera y comenzar veterinaria porque ese miedo o incertidumbre de no saber si podía llegar a vivir de las pinturas estaba en mi cabeza continuamente, pero el apoyo familiar y la pasión que se sobreponía a cualquier adversidad siempre fueron más fuerte a cualquier tipo de miedo", comenta la profesora en Artes Visuales.
[{adj:262508 aligncenter}]Juntos a la par. Con Fernando, compañero de vida y amigo de inagotables aventuras y creaciones.
Idas y vueltas
"Estoy en una etapa de mi vida donde me amigué con el arte y siento que es lo que quiero y puedo vivir de él. Llegar a este punto me costó mucho tiempo y por años lo tuve casi olvidado o como suelo decir, anexo a otros trabajos que hacía y de los cuáles vivía. Mi primer gran logro donde sentí que toqué el cielo con las manos fue cuando realicé una muestra sobre vida y obra de Ana Frank que tuvo una gran repercusión a tal punto que fue reconocida por el Gobierno de Santa Fe, el trabajo incluido en el Plan Estratégico de Educación y los chicos estudiaban sobre algo que había realizado y eso me llenó de orgullo.
Después se dio la posibilidad de presentar una muestra llamada "Alicia Delia" en el Museo del Mar de Mar del Plata y la obra gustó tanto que quedó allí y luego se vendió y a la vez se me dio una posibilidad laboral dentro del mismo museo y casi sin darme cuenta estaba en Mar del Plata realizando trabajos dentro de ese fantástico lugar y allí conocí a Fernando quién luego se transformó en mi pareja y juntos comenzamos a recorrer un nuevo camino. Estando allá mis trabajos estaban más vinculados a la restauración de muebles antiguos o trabajo de restauración en edificios y el arte por las obligaciones laborales fueron quedando de lado o siguieron como un anexo a mis días.
Había llegada a Mar del Plata por mi obra y eso era importante pero a la vez había ganas de volver y después de varios años y por diversas situaciones con Fernando creímos que era el momento de dejar Mar del Plata y decidimos instalarnos en Santa Fe y poner nuestro propio taller de arte.
Volver a Santa Fe fue el empujón que necesitaba para enamorarme otra vez del arte, ya no sentirlo como un anexo a las obligaciones que me permitían vivir, sino elegir al arte como siempre lo hice como mi forma de vida. Santa Fe al estar tan cerca, quizás no valoramos la plaza, pero es un lugar con grandes opciones culturales que por ejemplo Mar del Plata no los tiene. Me tocó vivir hace poco la experiencia de formar parte de Diseña Santa Fe y fue impresionante. Santa Fe tiene artistas de la hostia y muy buenas propuestas artísticas para mostrar lo que uno hace", comenta quién trabajó como ilustradora y restauradora de muebles.
En su obra predominan la pintura y la escultura realizada con materiales de desecho y reciclados. Entre sus muestras individuales se encuentran Alicia Delia entre el cielo y el mar, Ana Frank, Decir a Dios y Como dice el dicho.
Mucho más para dar
Los proyectos van y vienen en una cabeza que además tiene tiempo para hacer un alto e inspirarse y volver a crear: "Cuando miro para atrás encuentro ciento de cosas que no imaginaba y se fueron dando y me llenan de orgullo. Me siento feliz de haber vencido el miedo de querer dejar de lado crear porque de eso no iba a poder vivir y hoy mi tiempo está en producir arte para poder mostrar.
No me veo dando clases en una escuela pero sí sueño con tener mi propio taller donde pueda dar clases. Hoy la casa nos quedó chica y por donde se mire hay escaleras y cuestiones relacionadas a nuestro trabajo es por eso que estamos en un momento de transición sabiendo que debemos vender nuestro hogar y salir a buscar algo más grande para que sea casa y taller. Disfruto hablando de arte o compartiendo mis conocimientos como actualmente lo hago en Esperanza en "Puro Arte" junto a Celina Zimmermann y me pone feliz llegar y ver tantas personas interesadas en aprender a crear.
El arte en mi vida es todo, me hace sentir que estoy acá, ante tantas cosas feas que a diario escuchamos o vemos, elijo al arte como mi forma de estar en la realidad. Creando y produciendo es la mejor manera para permanecer dentro de un día a día que sorprende y asusta. Sin el arte no serviría para otra cosa.
Soy de una época donde decir que estudiaba Bellas Artes era que te miraran raro esperando la pregunta de qué iba a vivir. Pero la familia siempre fue el sostén para seguir adelante más allá de los miedos propios. Hoy soy feliz creando, produciendo, mostrando y vendiendo una obra por eso a los chicos que tengan ganas de estudiar Bellas Artes que lo hagan, hoy tienen innumerables herramientas que antes no teníamos y corren con mucha ventaja y eso está muy bueno.
Que es lo bueno de todo esto, que hoy ya no me pregunto de qué voy a vivir, sino que hoy como todos los días elijo al arte para seguir viviendo", sostuvo en el final la artista plástica esperancina radicada en la capital provincial.
[{adj:262510 aligncenter}]Su otra pasión, las mascotas.