Con un discurso monocorde y cargado de errores de lectura la Intendenta Municipal brindó su mensaje de apertura de las sesiones ordinarias durante una hora y media.
Allí pidió a los concejales que aumenten la tasa municipal al reclamar la nueva ordenanza tributaria y aprueben el nuevo presupuesto. Destacó la necesidad de aumentar los recursos locales en las cuentas municipales igualando en mitades la procedencia de los mismos. También habló de la necesidad de una jerarquización en el gabinete, ascendiendo Producción y Acción Social en el rango, es decir, solicitó una mayor erogación en la organización administrativa.
No realizó anuncios ni promesas, aunque adelantó que trabajarán en el plan de accesibilidad desde hoy mismo. Leyó un informe pormenorizado de lo actuado incluyendo hasta el listado de películas y obras de teatro presentadas, un sinsentido que, al igual que en tiempos de De Pace, otorga obsolescencia y ninguna atracción a un mensaje que debería marcar líneas políticas de acción en la ciudad.
Meiners no atacó a los concejales como lo hizo en otros discursos, habló de cooperación mutua y planteó lógicas diferencias políticas. Pidió incluir en la agenda de debate la situación de la Caja Municipal de Jubilaciones.
La Intendenta Municipal llegó acompañada de todo su gabinete (aunque el secretario de Servicios Públicos llegó tarde) dirigentes políticos, sindicales y empleados municipales que ingresaron con su gestión y que formaron parte del público presente.
Los concejales la invitaron a izar la bandera, escucharon su mensaje y para aguardar su retiro pasaron a un cuarto intermedio.
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