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Locales

Cammisi: Al correligionario, al amigo...

Al correligionario, al amigo...

 

 

 

Corría el año 2002 cuando con 26 años empecé a dar mis primeros pasos en política. Eramos un grupo de jóvenes que se sumaba a un equipo consolidado que había gobernado la ciudad por mas de 20 años.

 

 

 

En obras (gas, agua, cloacas, pavimento) y en lo que hace a espacios públicos, la Ciudad había cambiado enormemente, pero una de las mayores transformaciones se produjo en materia cultural. Y había un gran responsable: Carlos Catena. Había llevado a la Ciudad a tener una Subsede del Festival de Cosquín, y luego, trabajando con un grupo de personas entre la cual se destacaba Rubén Capeletto, transformaron esa subsede en la mas importante de nuestro país. Pero no fué solo eso, las famosas Cacharpayas de la Esperanza, los Festivales populares que permitían a todos el acceso a la cultura y el arte. El Teatro y el Liceo también crecían de la mano de su gestión.

Hoy puedo decir que fué el quien me enseño mucho sobre nuestro folcklore, y tango; ya que yo venía de un "palo mas rockero".

 

 

 

Las circunstancias de la vida hicieron que ocupase esa misma Secretaría de Cultura unos años después, en 2005, después de dos grandes Secretarios como Carlos Catena y Celina Zimmermann.

 

 

 

Pero no solo coincidí en esa tarea. En 2005 gané las elecciones a Concejal, y desde ese momento compartí con Carlos el Concejo Municipal. El bloque lo integrábamos Carlos, Pablo Comesatti y yo. Luego Carlos pasó a desempeñar tareas como Secretario de Servicios Públicos, y Andrés Grenón lo reemplazó.

 

 

 

Carlos era un tipo franco, leal, frontal, que te daba a conocer sus ideas, siempre mirándote a los ojos, coincidiendo o no. Bravo, tenaz, pero de un trato amistoso y cálido, diría paternal para con algunos de nosotros. En su forma de ser, me recordaba a un gran líder radical que gobernó nuestro país en los 80...

 

 

 

Decía su verdad, siempre de frente, no sabía lo que significaban los "dobles discursos". Era bravo, pero terminada las sesiones, y volvía su gran sentido del humor, y sus chistes subidos de tono. Era un tipo, además, de gran corazón.

 

 

 

Recuerdo sus últimas "acaloradas sesiones" del Concejo, cuando dibujaba en una pizarra lo que quería explicar para que la gente que miraba por TV lo entendiera. En esas últimas sesiones llegaba un momento en el que se empezaba a aflojar la corbata, y en ese momento su mujer o su hija, preocupadas, se acercaban al Concejo para cuidarlo.

 

 

 

Cuando dejó de ser concejal, empecé a conocer mas al Carlos "amigo", al que te aconsejaba, al que yo visitaba en su tallercito de carpintería, para buscar algún juguete con los que hoy juega mi hijo (camiones de madera, mesitas y sillas, etc).No solo eso, hizo la Cuna para mi hijo Valentino, la misma que usarán los hijos que vendrán.

También en ese taller inventaba nuevos sistemas de cartelería para las campañas, y para las cenas partidarias...

 

 

 

Cuando se enfermó, fuí a visitarlo a Santa Fe, pero después de un rato me pidió que me fuera, como no queriendo que lo viera así.

Algo después, en su casa, charlábamos, pero se olvidaba de muchas cosas, y eso lo ponía mal.

 

 

 

En 2013 al lanzar mi candidatura para la elección final, como Frente, invité a todos los concejales mandato cumplido. Carlos llegó al salón de la Rural, y se sentó atrás. Cuando me dieron la palabra, agradecí a todos, en general, pero solo nombré a uno: Carlos Catena. Aún enfermo, estaba ahí, acompañándonos. Carlos se emocionó, y apenas terminado el acto se fué, pero me llamó al día siguiente.

 

 

 

Carlos representó la tenacidad, lealtad, convicción, honestidad, sinceridad, palabras que hoy no se encuentran en todos los dirigentes.

Gracias Carlos, gracias por todo, pero principalmente, gracias por el ejemplo. Hasta siempre.

 

 

 

 

 

Cristian Cammisi

CAMMISI CATENA FALLECIMIENTO
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