En las últimas semanas se ha echo una costumbre escuchar la sirena de una de las autobombas que posee Bomberos Voluntarios de Esperanza por las calles de la ciudad. Lo cierto es que la mayoría de las salidas han sido para extinguir fuego en banquinas y campos.
La sequía, heladas y muchas veces la imprudencia de vecinos han provocado que se quemen varias hectáreas de banquinas y campos y hasta se pongan en riesgo zonas urbanas.
Al respecto Alberto Núñez, jefe del cuartel de voluntarios expresó: "En lo que va del invierno no tengo un número preciso de salidas pero sí estamos concurriendo a éste tipo de emergencias al menos dos veces por día. Hay jornadas en las cuáles nos llaman para ir a sofocar el fuego en banquinas y campos hasta cuatro o cinco veces. Pero para hacer un promedio hoy estamos saliendo dos veces por día a apagar el fuego principalmente en banquinas.
Estamos en una época de baja temperatura, heladas y sequía y es un combo perfecto para contribuir con los incendios. Por eso desde Bomberos pedimos al vecino que colabore con nosotros y no prenda fuego. Muchas veces la quema se hace de manera controlada pero puede terminar en tragedia.
Cuando llegamos a este tipo de incendios nos encontramos con vecinos que comenzaron el fuego para quemar basura, para eso está la recolección de la misma, o limpiar terrenos o banquinas y se les va de las manos. Lo más curioso es que muchas veces nos llaman vecinos por alguna quema vamos lo apagamos y al otro día otra vez vuelven a prender fuego en ese lugar.
Esta situación nos genera un desgaste importante. Tantas salidas provocan pérdidas de consideración para nosotros desde lo económico porque hay un gasto grande de combustible, mochilas y mangueras que se rompen, equipos y uniformes que se desgastan y el mismo camión comienza a romperse como ya nos pasó con otra unidad", sintetizó Alberto Núñez.
jms