Una policía superada por la realidad no logra dar respuesta de resolución al "robo de todos los días".
No hay día en el cual no se conozca un nuevo robo que sale a la luz por la indignación de los vecinos y el reclamo a la policía por la resolución.
Los vecinos no distinguen si es responsabilidad de la Comisaría Primera, la Unidad Regional, la Policía de Investigaciones o la Guardia Rural Los Pumas, los vecinos quieren que se recupere lo robado y se detenga a los ladrones.
Hoy eso parece difícil de ver en la ciudad. El último detenido conocido fue el subjefe de la unidad regional, un policía, que está acusado de cobrar coimas para sostener un negocio ilegal.
En la nota vemos un video, uno de tantos, del robo de una bicicleta en 3 de Febrero al 2100 de Esperanza que fue compartido en redes sociales desde la ciudad. (El joven primero pasa sobre el manubrio de una bicicleta y después vuelve a robarla).
Pero el relato de víctimas de la inseguridad se reproduce, comerciantes que saben quienes le robaron sus pertenencias y que dicen que la policía les dice que no puede hacer nada.
Vecinos que son sorprendidos en el interior de su vivienda mientras duermen por ladrones profesionales que se animan a todo. Abuelos que van al mercado del barrio y regresan sin encontrar nada.
Una policía que se muestra sin reacción, sin cara visible y afectada por sus propios problemas internos que parece no tener respuestas. Si las tiene, tampoco las comunica.
¿Advertirán los dirigentes políticos que se preparan para las elecciones que éste es el mayor reclamo comunitario que siguen sin solucionar?
Para la gente ya no hay diferencias entre sectores policiales, jueces, fiscales o ministros. Ante la falta de respuestas y soluciones, todos debieran reaccionar.
