A 32 años del feroz sismo de 1985 el más mortífero de la historia de México, un terremoto de 7,1° en la escala de Richter volvió a estremecer al país, donde hasta el momento las autoridades confirmaron más de 77 muertos (entre los estados de Morelos, de Puebla y en el Estado de México). El epicentro se registró en el estado de Puebla y el sismo se sintió con fuerza en la capital, donde se registraron derrumbes.
Autoridades de Protección Civil reportaron daños severos en algunos edificios en la capital del país y en los estados Puebla y Morelos, así como en rutas aledañas. Hay un número indeterminado de personas atrapadas bajo los escombros en distintos puntos del país. Además, hay zonas sin electricidad y problemas de comunicaciones, según testigos y reportes de medios.
Una escuela de Coyoacán, en Ciudad de México, se derrumbó a causa del sismo y muchos chicos permanecen atrapados entre los escombros, informaron medios locales que transmiten en directo las labores de los responsables de Protección Civil.
Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, escribió en su cuenta de Twitter: "Se encuentran activos los protocolos de atención y respuesta". Imágenes en medios y redes sociales daban cuenta de derrumbes y daños en edificaciones, como rajaduras en paredes.
Al empezar a sentirse el movimiento la gente salió corriendo de los edificios en el Paseo de la Reforma, una de las principales avenidas de la ciudad. En las calles había gente abrazada y llorando.