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El instructor de paracaidismo que murió en Esperanza salvó a su alumna antes de caer

 

Es lo que sostienen sus compañeros y colegas. "Lulo" Chiappero esperó a que la persona que tenía a su cargo pudiera accionar el paracaídas, una maniobra que se demoró demasiado y segundos más tarde, causó la tragedia.

 

 

 

 

 

(Telefe Santa Fe) - Fue un día negro para el deporte santafesino. El sábado y con diferencia de horas, dos paracaidistas perdieron la vida en sendos accidentes que tuvieron una causa en común: el error humano.

 

 

 

 

 

En Esperanza y por los golpes recibidos dejó de existir Sergio “Lulo” Chiappero, de 55 años y Carolina Toledo -presidenta del Club de Paracaidismo-, estaba ahí. “Yo estaba ahí y el accidente fue fatal porque falleció nuestro querido “Lulo”, instructor del club e íntimo amigo mío”.

 

 

 

 

 

“Saltaron cuatro paracaidistas del avión en diferentes momentos y él iba con una alumna”, relató Toledo sobre lo sucedido el sábado por la tarde. “El salto era a 3.000 metros de altura. Saltaron juntos, todo perfecto. A los 1200 la alumna tiene que abrir el paracaídas y no encuentra la manija -que es un procedimiento de tocar y volver y tocar y volver- que se abre el piloto y después el paracaídas”.

 

 

 

 

 

“Ese procedimiento se demora bastante y no logra abrir el paracaídas principal y por una computadora que tenemos en todos los paracaídas -un dispositivo que es un abridor automático-, se abre el paracaídas de la alumna solo”, explicó más adelante.

 

 

 

 

 

Todavía en shock por la pérdida de “Lulo”, Toledo señaló que él "la acompaña hasta ese momento y cuando logra ver el paracaídas abierto y abrir su paracaídas principal, como estaba muy a baja, altura también se le disparó su dispositivo de apertura automática. Con los dos paracaídas abiertos, inflados pero con una configuración un poco extraña -estaban uno encima del otro-, eso es poco maniobrable, no tiene buena sustentación y puede estar virando hacia un lado o hacia otro, depende cómo están las cuerdas enredadas”.

 

 

 

 

 

 

Ante esta circunstancia, el desenlace fue fatal y no hubo margen para salvar a los dos. “Entonces en este caso lo llevó todo hacia la derecha, en un giro, sin poder maniobrarlo… y llegó al piso así: no pudo, no tenía mucho tiempo para resolver porque si no se puede desprender el principal y mantenerse con el paracaídas de reserva abierto, con eso llegaría bien al piso. Pero bueno, no tuvo tiempo para eso, entonces cayó en el campo de enfrente cercano a la ruta todo con su lateral derecho sufriendo múltiples en golpes internos”.

 

 

 

 

 

Con más de 2000 saltos en su haber, la experimentada paracaidista y actual presidenta del club esperancino sostiene que no es un deporte peligroso.

 

 

 

 

 

“Peligroso es andar en auto y he tenido un accidente muy grave, en el cual no hubiese querido morir ahí por suerte estoy acá. La ruta es peligrosa, la calle es peligrosa, los robos son peligrosos. Eso es peligroso: el paracaidismo es súper, súper seguro porque tenemos todo para hacerlo seguro”, sostuvo Toledo.

 

 

 

 

 

"A veces suceden accidentes, pero es uno cada tantos”, enfatizó, al tiempo que reconoció que “es un deporte extremo porque se maneja mucho la adrenalina, porque hay que ser rápido, porque hay que estar despierto, porque un error de una milésima de segundo puede costarte la vida, pero es un error tuyo”.

 

 

 

 

 

“Tenés todas las herramientas para una doble chance -en el auto no tenés doble chance-. En este caso caso tenés un paracaídas principal, un paracaídas de emergencia, un abridor automático por si te desmayas, tenés audibles y tenés altímetro. Tenés muchas herramientas para que esto sea seguro, lamentablemente no lo podemos creer y no  sé por qué llegó al piso con esta situación pero creo que acompañó a su alumna para estar tranquilo. No hubiese estado tranquilos si no hubiese visto que ella estaba bien”, sentenció la amiga y colega de "Lulo" destacando la decisión del instructor que priorizó la vida de la persona que tenía a su cargo antes que la suya.

 

 

 

 

 

El otro paracaidista fallecido fue Juan José Bossio, de 30 años, quien sufrió un accidente similar en el Aero Club de Cañada de Gómez.

 

 

 

 

 

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